El mundo es un lugar espantoso
El mundo es un lugar espantoso. Y no me refiero solo a que hace cuatro meses estamos encerrados porque un virus altamente contagioso nos obliga a mantener dos metros de distancia entre nosotros y a lavarnos las manos con alcohol en gel de manera obsesiva cada vez que tocamos el picaporte de una puerta, es algo mucho más complejo. La derecha perdió la vergüenza, eligió salir del clóset y expresar toda la mierda que habita en sus pulmones desde que el mundo es mundo. El macho golpea la mesa con su pija y sale en defensa del patriarcado, temeroso de que las minorías asustadas le roben los privilegios que pudo conseguir a fuerza de sangre y de películas de Hollywood sin consciencia social. Los líderes políticos se han convertido, en muchos casos, en conductores de televisión que gobiernan mediante discursos estridentes, sin ningún tipo de pudor, levantando banderas llenas de odio; los Bolsonaro, los Trump, los Orban, buscan votos, buscan rating, buscan aplausos, son representan...